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Juana Colón

Juana Colón nació el 27 de marzo de 1886 en una hacienda cafetalera del barrio Río Hondo de Comerío. Hija de exesclavos, vivió la discriminación por su color de piel y ascendencia africana. Se ganó la vida como lavandera y planchadora. Nunca pudo asistir a una escuela, por lo que vivió toda su vida en el analfabetismo. Ello no impidió que creara una conciencia de clase que la llevó a defender a los trabajadores comerieños que, al igual que ella, vivían en la pobreza. Fue influenciada por las ideas anarquistas y socialistas que habían tomado auge en las primeras décadas del siglo XX. Luchó junto cientos de trabajadores del tabaco para conseguir salarios más justos y mejores condiciones de trabajo enfrentando, de manera militante, a los grandes emporios tabacaleros norteamericanos radicados en Comerío. Se destacó en la gran huelga tabacalera ocurrida en abril de 1919. En ese momento se convirtió en una verdadera combatiente y hubo varios intentos para asesinarla. Fue arrestada en varias ocasiones acusada de motín, imponiéndole elevadas multas. Por esa gesta le dieron el apelativo de “la Juana de Arco comerieña”. Participó activamente en el plano político, convirtiéndose en una importante líder del Partido Obrero Socialista de Puerto Rico. Desde ese partido defendió los derechos de las mujeres a participar en la vida pública y reclamó el derecho al sufragio de este sector de la población. En los años 30 fue una verdadera líder, activamente hizo campañas entre las obreras del tabaco para que se les reconociera el derecho al voto.

 

Dominó el arte del discurso, habló en distintas tarimas del Partido Socialista desde donde arremetió, con arengas coloquiales de clase, contra los sectores puertorriqueños que abusaban de su poder económico y social. Fue una destacada curandera de barrio, dominando la medicina natural, además usó sus manos para curar lesiones en distintas articulaciones del cuerpo. Nunca cobró por ese trabajo. En 1949 participó en un movimiento de pueblo que exigió transportación escolar para los jóvenes comerieños. Murió el 17 de enero de 1967, en su pueblo de Comerío.

 

Junto a Luisa Capetillo, Juana Colón es considerada como una de las mujeres más destacadas del siglo XX en la defensa de las causas de las obreras puertorriqueñas. Su combatividad en favor de las causas justas la ubican como destacada representante de las resistencias populares. 

 

En reconocimiento de su gesta, y en un movimiento de pueblo desatado desde el Centro Cultural Cirilo W. Meijers en 1985, se logró que la única Escuela Superior académica de Comerío lleve su nombre (1993). En recuerdo de su vida y obra, existe actualmente la Casa Juana Colón en Comerío la cual se dedica a atender los problemas de las mujeres del pueblo con una perspectiva de género.

María Luisa Arcelay

María Luisa Arcelay (María Victoria Luisa Fundadora Arcelay de la Rosa, 1893-1981), Educadora, política y mujer de negocios puertorriqueña.

Nació el 23 de diciembre de 1893 en Mayagüez, Puerto Rico, hija de Ricardo Arcelay e Isabel de la Rosa. En su ciudad natal cursó los estudios primarios y secundarios antes de mudarse a Río Piedras, donde ganó su certificado de educadora.

Comenzó su carrera de profesora cuando fue contratada como maestra de inglés en la Secundaria Theodore Roosevelt. Después impartió clases en la Secundaria José de Diego, ambas ubicada en Mayagüez. Durante estos años trabajó al mismo tiempo como librera en varias empresas comerciales del área.

Hacia el año 1920, María Luisa Arcelay abandonó su carrera como profesora y junto a Lorenza Carrero fundó una tienda de costuras que, posteriormente, convirtió en fábrica. Su compañía contrató a muchas mujeres de la zona.

Fue, igualmente, una política activista que defendió la industria de la costura en diferentes manifestaciones públicas. Estas protestas públicas fueron conocidas no solo en Puerto Rico sino también en las ciudades de New York y Washington, Estados Unidos.

Fue miembro del Partido Coalicionista de Puerto Rico. En noviembre de 1932, Arcelay se convirtió en la primera mujer, no solo puertoriqueña sino también latinoamericana, elegida por el Cuerpo de Gobierno Legislativo. Ocupó el cargo de representante del distrito de Mayagüez en la Casa de Representantes de Puerto Rico.

Arcelay usó su puesto de Presidenta de la Agricultura y la Comisión Comercial para continuar con su defensa por la Industria costurera. Jugó un rol fundamental en hacer a la industria (lo mismo sus precios como sus productos) compatible con el mercado estadounidense, oponiéndose a cualquier legislación de salarios mínimos para las modistas y costureras y los trabajadores comunes.

En Agosto de 1932 los trabajadores de la industria costurera se alzaron en una huelga, para exigir salarios mayores por su trabajo. Los policías que fueron llamados para proteger las propiedades de los empresarios, asesinaron e hirieron a varios huelguistas quienes apedraron la tienda de María L. Arcelay. El músico puertoriqueño Mon Rivera escribió una canción titulada “Alo, Quién Llama?”, que describe la huelga de las modistas y hace mención a Arcelay en la pieza.

En 1934 Arcelay presentó un proyecto ante la Legislatura puertorriqueña el cual establecía la lotería de Puerto Rico. Fue re-elegida en 1936. Durante este tiempo, Arcelay introdujo una ley para construir un orfanato para los niños y una Corte Juvenil. También presentó proyectos para establecer una pensión para los profesores y crear una Facultad de Medicina en la Universidad de Puerto Rico

María Luisa Arcelay fue nombrada presidenta del Consejo de Precios y Racionalización de Mayagüez y asumió el cargo de directora del Programa Victory Bons (Bonos de Victoria) de Puerto Rico durante la Segunda Guerra Mundial.

En las décadas de los 40 y 50 durante su liderazgo, la industria costurera de Puerto Rico creció hasta convertirse en  la segunda industria más grande de la isla, seguida por la de la agricultura.

Arcelay participó en organizaciones cívicas como el Club Cultural y Cívico de Mujeres de Mayagüez y fue fundadora del Club Altrusa en la misma ciudad. Trabajó en el Gobierno hasta 1940 y en 1965 se retiró de su carrera de negocios.

Falleció el 17 de octubre de 1981 en su pueblo natal y está enterrada en el Cementerio Municipal de Mayagüez.

La ciudad nombró una escuela en su honor. También hay un portarretrato de Arcelay en la sección de Historia de la Mujer en América dentro de la Librería Schlesinger situada en la Universidad de Harvard.

En agosto de 2005, unos de los mayores edificios de  la capital de Puerto Rico fue nombrado María Luisa Arcelay en honor a la olvidada pionera de la Legislatura.

Isabel Andreu de Aguilar

Sufragista, política, líder cívica y educadora. Participó y dirigió varias organizaciones feministas y fue cofundadora de la Asociación de Mujeres Graduadas de la Universidad de Puerto Rico. También fue una de las primeras mujeres en postularse para un escaño en el Senado en representación del Partido Liberal.

Isabel Andreu y Blanco nació en Fajardo el 15 de noviembre de 1897. Fue su padre el mallorquín Cristóbal Andreu Comendador, quien llegó a ser alcalde de Fajardo, y de la puertorriqueña Blanca Irene Blanco Guzmán. Cursó sus estudios primarios en su pueblo natal. En 1903, ganó una beca otorgada por la Asamblea legislativa de la Isla para cursar estudios en la Escuela Normal, la cual le fue renovada en 1905. Dos años más tarde, formó parte de la primera clase graduada de maestros de esta institución. Ese mismo año fue nombrada maestra de la Escuela Modelo adscrita a la universidad. 

Regresó a su pueblo natal en 1908, donde continuó desempeñándose como maestra. Más adelante, para cumplir con los requisitos de profesionalización y clasificación según la preparación académica, establecidos por el Departamento de Instrucción, continúo sus estudios. Completa en la Universidad de Puerto Rico un bachillerato en Artes en 1935. Posteriormente estudia en la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York, donde se gradúa de maestra en Artes, con especialización en educación para adultos.  

Isabel Andreu de Aguilar dedicó su vida al servicio cívico y a la lucha por la igualdad de la mujer en la sociedad. Tras la creación de la Biblioteca Carnegie en 1917, fue nombrada por el gobernador estadounidense Arthur Yager y ratificada por el Senado a la junta de directores de dicha institución. 

Ese mismo año, bajo el liderato de Ana Roqué de Duprey se funda la Liga Femínea Puertorriqueña, de la cual Isabel Andreu de Aguilar pasó a ser su vicepresidenta, junto con Amparo Fernández Náter. Esta organización tenía como propósito abogar por el sufragio femenino en la Isla. Una de las primeras acciones que llevó a cabo la Liga fue presentar un documento oficial al Senado y a la Cámara de Representantes en la que se solicitaba el derecho al voto para la mujer puertorriqueña. En 1921, la Liga Femínea cambió su nombre a Liga Social Sufragista e incluyó entre sus objetivos abogar por el derecho de las mujeres a ocupar escaños políticos.

La Liga Social Sufragista fue tomando una postura que favorecía el sufragio universal. Sin embargo, Isabel Andreu, Ana Roque de Duprey y otras de las líderes feministas abogaban por un sufragio restringido, es decir, querían que se limitara a aquellas mujeres mayores de veintiún años que supieran leer y escribir. Por estas y otras diferencias abandonaron la Liga en 1924. 

Las mujeres más conservadoras constituyeron en 1925 una nueva organización llamada Asociación Puertorriqueña de Mujeres Sufragistas, de la cual Isabel Andreu fue segunda presidenta, siendo la primera Ana Roque. En 1929, se aprobó el proyecto de ley que concedió el voto a las mujeres mayores de veintiún años que supieran leer y escribir, que era precisamente el tipo de sufragio restringido que favorecía la Asociación. A partir de entonces, el colectivo cambió su nombre a Asociación Insular de Mujeres Votantes, el cual fue presidido por Andreu hasta 1932.

Entre las organizaciones de las que formó parte Isabel Andreu se encuentra la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico, luego de que se estableciera dicho organismo en 1925; en 1936, junto con otras mujeres profesionales, fundó la Asociación de Mujeres Graduadas de la Universidad de Puerto Rico, cuyo propósito consistía en promover el desarrollo profesional, académico y cultural de sus miembros.  

Militó en las filas del Partido Liberal Puertorriqueño, que abogaba por la independencia absoluta de Puerto Rico. Bajo esta colectividad, se postuló para el puesto de senadora en las elecciones de 1932, sumándose al grupo de las primeras mujeres en aspirar a un escaño político a través de la participación en unas elecciones.

Isabel Andreu de Aguilar falleció el 7 de abril de 1948.

Biografía

Luis Muñoz Rivera

Luis Muñoz Rivera fue periodista, político, orador y poeta. Fue el padre del gran gobernador y líder político Luis Muñoz Marín. Nació el 17 de julio de 1859 en Barranquitas, Puerto Rico y murió en San Juan, el 15 de noviembre de 1916. Su padre quería que se dedicara a las finanzas y un tío suyo a las artes. Pudo sobresalir en ambas cosas. Fue discípulo y continuador de la obra de Ramón Baldorioty de Castro.

        En 1882 se dio a conocer como poeta al publicar en el periódico ponceño "El Pueblo", la poesía ¡Adelante! El primero de julio de 1890 publicó el primer número de la Democracia y se convirtió en la voz del autonomismo. Logro el triunfo del movimiento autonomista. Fue gestor de la carta Autonómica de 1897, bajo la cual Puerto Rico obtuvo de España amplios poderes autonómicos. Fue secretario de Gracia, Justica y Gobernación. Fundó el Partido Liberal y el Partido Unión de Puerto Rico. Fue Comisionado Residente en Washington. Como líder del Partido Federal, combatió la Ley Foraker y participó en la redacción de la Ley Jones, que concedía la ciudadanía estadounidense a los puertorriqueños. Muñoz Rivera expresa: "Mi país solicito unánime la ciudadanía de los Estados Unidos muchas veces. Lo solicito bajo la promesa del General Miles cuando desembarco en Ponce. Demos la estadidad y recibiremos su gloriosa ciudadanía para nosotros y nuestros hijos."  Su poesía fue más bien descriptiva que lirica, la cual se selecciono bajo cuatro secciones: "Retemas", "Tropicales", "Nacionalistas”, "El paso del déspota" y "Liricas". Muñoz Rivera fundó varios periódicos para exponer sus ideas de autonomía política para P.R.

        Los intereses vitales de Muñoz Rivera fueron de política y la vida pública. Su personalidad y su obra influyeron mucho en la historia puertorriqueña. A Luis Muñoz Rivera le tocó vivir la época histórica del cambio de soberanía de nuestra Isla. Su obra y sus luchas en aquel periodo histórico tan importante para nuestra Isla, son dignas de estudiar. Se distingue como piloto de ideas liberales. Quizás sea el personaje más destacado en la historia moderna de P.R. 

José Celso Barbosa

 El Doctor José Celso Barbosa nació en Bayamón, el 27 de julio de 1857. Cursó sus primeros estudios en su ciudad natal y luego ingresó en el Seminario Conciliar de San Juan, donde se graduó en 1875. Al año siguiente, partió hacia los Estados Unidos de América. Ingresó en la Universidad de Michigan en Ann Arbor, siendo el primer puertorriqueño en hacerlo, y allí obtuvo en 1880 el grado de Doctor en Medicina con altos honores. En 1903 su antigua Alma Mater le confirió el título honorífico de Maestro y en 1917 la Universidad de Puerto Rico el de Doctor.

En su regreso a Puerto Rico, se tuvo que enfrentar al racismo elitista de la clase médica de la época, cuyos integrantes eran egresados exclusivamente de facultades de medicina peninsulares y quienes intentaron impedirle practicar la profesión en la Isla. Luego de superar pruebas extraordinariamente arduas por su exhaustividad, en 1880 fue designado Profesor de la Institución de Enseñanza Superior, impartiendo a lo largo de varios años los cursos de Historia Natural, Anatomía y Obstetricia en el Ateneo Puertorriqueño. Allí alcanzó el honor de convertirse en Vicepresidente del Ateneo, luego de ocupar múltiples puestos en el Directorio de dicha institución.

 

Barbosa también luchó por los derechos del pueblo, fue fundador de la primera cooperativa de crédito en el hemisferio occidental y luchó para que el cooperativismo fuese alternativa de justicia social frente a los movimientos antidemocráticos y materialistas de la doctrina del marxismo. La teoría cooperativista de Barbosa fue producto de la formación de su hogar cristiano, con la que se encarna su solidaridad y entrega al prójimo tanto como su genuino deseo de mejorar las condiciones sociales de su época.

Barbosa, además de médico, profesor y cooperativista, fue uno de los ilustres fundadores del Partido Autonomista Ortodoxo, en el 1897. Este movimiento político fue producto de la escisión provocada en el autonomismo bajo la soberanía española, cuando Luis Muñoz Rivera pactó en Madrid un acuerdo de afiliación con el partido monárquico en ascenso al poder en España.

Con el cambio de soberanía en el 1898, el Doctor Barbosa vislumbró el sistema federalista americano como la solución ideal para el problema colonial de Puerto Rico y se declaró a favor del ingreso de la Isla como estado federado, fundando con tal propósito el Partido Republicano Puertorriqueño el 4 de julio de 1899. Posteriormente fue fundador del periódico “El Tiempo”, desde cuyas columnas luchó fervorosamente por sus ideales políticos. En 1917, al crearse el Senado de Puerto Rico, Barbosa fue electo para ocupar un escaño legislativo, al cual fue reelecto en 1920. Entre la legislación por él propuesta, se destacan las de juicio por jurado y Habeas Corpus, incorporadas en el Sistema Jurídico Penal de Puerto Rico.

Este ilustre prohombre se desempeñó en muchas otras funciones en las cuales tuvo la oportunidad de demostrar su constante preocupación y lucha por las pobres condiciones sociales en su época. A lo largo de su vida, tuvo como constante meta el bienestar político y social de Puerto Rico, hasta el día de su muerte el 21 de septiembre de 1921.

La mayor parte de esta vida fecunda transcurre a finales del pasado siglo y comienzos del presente, en la Isleta de San Juan. Es en el Viejo San Juan donde se cría, estudia, establece su hogar y las oficinas profesionales y políticas. Son el Ateneo y el Senado de Puerto Rico desde donde se despliega su labor legislativa, intelectual y cívica. En Puerta de Tierra, cuya población pobre y trabajadora se convierte en su clientela ad honorem y es donde encausa su histórico rol de pionero del cooperativismo.


Esta Isleta de San Juan en la que el Parque del Tercer Milenio en construcción se constituye en obra permanente estelar de fin y comienzo de siglo, es el escenario adecuado para proyectar como ejemplo a las generaciones del presente y el porvenir la vida y obra del ilustre puertorriqueño que la honró con su presencia física la mayor parte de su vida.

 

La Asamblea Legislativa, en reconocimiento a estos hechos existenciales de tan insigne puertorriqueño, ejemplo máximo de superación personal, luchador incansable por la dignidad e igualdad de todos los seres humanos, pionero del cooperativismo, abnegado profesor y médico, emprendedor periodista, brillante legislador y padre del republicanismo estadista puertorriqueño, decreta que se denomine el “Parque del Tercer Milenio Doctor José Celso Barbosa” y se disponga, en coordinación con el Instituto de Cultura Puertorriqueña, que el Departamento de Transportación y Obras Públicas construya un monumento en honor a Barbosa en el que se incorporen los más relevantes episodios y aportaciones de su vida.

José de Diego

(Aguadilla, 1867 - Nueva York, 1918) Poeta, político y abogado puertorriqueño. Aunque comenzó sus estudios en Mayagüez, se trasladó tempranamente a España para estudiar en el Instituto Politécnico de Logroño.

Pronto se despertaron en él las aficiones poéticas y la atracción por la política. A los catorce años de edad formaba parte del Comité Republicano Progresista de la ciudad riojana y enviaba sus primeras colaboraciones a La Semana Cómica de Madrid.

En la Universidad de Barcelona cursó la carrera de Leyes. Por aquellos años fundó, con Ricardo J. Catarineau, el periódico La Universidad. En 1885, unos versos audazmente extremistas publicados en El Progreso de la capital española le valieron ingresar en la cárcel. Muchos de sus poemas son precisamente sobre temas políticos de su tiempo, dada la situación de las últimas colonias españolas en América, especialmente de Puerto Rico y Cuba.

Durante unas vacaciones en su país enfermó, y a causa de ello no pudo retornar a terminar sus estudios a España. Obtuvo, sin embargo, la licenciatura en derecho en la Universidad de La Habana, Cuba, en 1891. Su permanencia en esa isla le permitió entrar en contacto con la obra de José Martí.

En 1892 regresó a Puerto Rico nuevamente e ingresó en el bufete de Rosendo Matienzo Cintrón, en la ciudad de Mayagüez. Se estableció en Arecibo en 1893 y el 18 de enero de ese año fundó allí el bisemanario político La República. Junto a Luis Muñoz Rivera colaboró en 1897 en la fusión del Partido Autonomista y el Partido Liberal Español, que dirigía entonces Práxedes Mateo Sagasta.

Cuando España otorgó la autonomía a Puerto Rico en 1898, ocupó la Subsecretaría de Gracia, Justicia y Gobernación. Más adelante pasó a trabajar como magistrado de la Real Audiencia Territorial de Puerto Rico. En 1900 pasó a formar parte del Consejo Ejecutivo de Puerto Rico. Ocupó un escaño en la Cámara de Delegados en 1903.

Al año siguiente, junto con Luis Muñoz Rivera y Rosendo Matienzo Cintrón, colaboró en la fundación del Partido Unión de Puerto Rico. Este partido abogaba por una solución definitiva para el estatus político del país. De Diego se inclinaba enérgicamente hacia la independencia de Puerto Rico.

En 1907 fue nombrado presidente de la Cámara de Delegados, posición que ocupó hasta 1917, cuando el cuerpo legislativo fue sustituido por la Cámara de Representantes. En su obra legislativa se destacan sus gestiones para la fundación del Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas de Mayagüez (en la actualidad conocido por el Recinto Universitario de Mayagüez).

La colectividad del Partido Unión de Puerto Rico lo eligió presidente en 1914. Dos años más tarde decidió separarse del mismo debido a la resistencia dentro del partido a desarrollar la soberanía e independencia para el país.

 

Defendió entonces con igual vigor la independencia de Puerto Rico y la tradición hispana. Lo mejor de su elocuencia, de estirpe castelarina, lo consagró a la defensa del idioma español como lengua oficial de la enseñanza; se ganó así el apelativo de Caballero de la Raza. Realizó también una fuerte propaganda a favor del proyecto de la Unión Antillana; con ese propósito viajó a Cuba y a la República Dominicana. Dos años antes de su fallecimiento tuvo que pasar por la agonía de ver amputada su pierna derecha, para evitar la gangrena. Murió en Nueva York, el 16 de julio de 1918.

La obra poética y en prosa de José de Diego es sumamente extensa. Publicó poemarios, artículos en la prensa española y puertorriqueña, además de estudios legales y de administración. Desde el punto de vista poético, José de Diego está considerado como uno de los precursores del modernismo en Puerto Rico. Escribió cuatro volúmenes de versos: Pomarrosas (1904), Jovillos (1916), Cantos de rebeldía (1916) y Cantos de pitirre (publicado póstumamente en 1949).

Jovillos nos muestra un vívido testimonio de los años juveniles de nuestro autor, transcurridos en la Ciudad Condal. En 1886-87, una temporada en su isla nativa y unos tempranos amores dieron como resultado la elegía A Laura, uno de sus poemas más logrados y en el que desborda su lirismo ante la pérdida de su amada. Esta composición (algo lastrada por la carga romántica) se propagó de forma inusitada por todo Puerto Rico y pronto convirtió a José de Diego en una especie de "clásico" vivo de las Letras antillanas.

Entre su obra jurídica se pueden mencionar La codificación administrativa: notas para un libro (1890) y El plebiscito puertorriqueño (1917). El tema de sus escritos, tanto en prosa como en verso, se enfoca hacia sus ideales de independencia del país, el proyecto de la unión antillana (que en el siglo XIX favorecían Rmón Emeterio Betances,, Pachín Marín y José Martí, entre otros) y su lucha a favor de la institución obligatoria del español como lengua de la enseñanza en Puerto Rico.

Santiago Iglesias Pantín

(La Coruña, España, 1872 - Washington, Estados Unidos, 1939) Político puertorriqueño, líder de los trabajadores y organizador del primer partido socialista de Puerto Rico. Santiago Iglesias Pantín estudió en España en una escuela pública y fue aprendiz de ebanista. Su deseo de conocer mundo le llevó a embarcarse en 1887, a la edad de quince años. Llegó a La Habana (Cuba) donde participó en la organización de las actividades sindicales. En 1896 dejó Cuba al ser requerido por las autoridades españolas debido a su adhesión al movimiento revolucionario cubano.

Iglesias se embarcó de nuevo para viajar a Inglaterra; sin embargo, desembarcó en Puerto Rico. En mayo de 1897 fundó Ensayo Obrero, un periódico partidario de la sindicalización de los trabajadores puertorriqueños. Fue encarcelado por el recién instituido régimen autonomista. Después de pasar siete años en prisión, Iglesias, junto a otros prisioneros políticos, fue excarcelado a petición del Gobierno de Estados Unidos tras la ocupación de la isla por parte de las fuerzas norteamericanas.


Santiago Iglesias

Inmediatamente después de su salida de la cárcel, Santiago Iglesias Pantín continuó con sus actividades en favor de los trabajadores, que llamaron la atención del gobernador militar de la Isla, el general John R. Brooke, quien intercedió en su favor cuando el gobierno español solicitó su extradición. Brooke también le permitió continuar su tarea organizadora. En octubre de 1898 ayudó a fundar la Federación Regional de Trabajadores y Porvenir Social, un periódico que se publicó hasta 1900.

Ese año viajó a Estados Unidos, donde conoció y estableció relaciones con el presidente de la Federación Americana de los Trabajadores (AFL), Samuel Gompers, quien le designó organizador general de la AFL para Puerto Rico y Cuba.

Regresó a Puerto Rico, donde organizó sindicatos a lo largo de la Isla, y en 1903 fundó el periódico Unión Obrera. Tres años más tarde se convirtió en uno de los fundadores de la Federación Libre de Trabajadores puertorriqueños, que se afilió con la Federación Americana de Trabajadores. En 1908 fue candidato por esta Federación para Comisionado Residente del Congreso americano, pero fue derrotado por Tulio Larrinaga.

Iglesias creía que el estatuto de estado de los Estados Unidos era necesario para mejorar las condiciones de los trabajadores de Puerto Rico. De acuerdo con este postulado, en 1914 fundó el periódico Justicia Social, que se publicó hasta 1925. En 1915 organizó el Partido Socialista, que hizo campaña en favor de la condición de estado de Estados Unidos. Bajo su liderazgo el partido creció rápidamente. En 1916, como líder socialista, fue elegido senador de la isla, cargo que ocupó hasta 1932. Durante este tiempo participó en el movimiento internacional de los trabajadores como secretario de la Federación de los Trabajadores Panamericana desde 1927 hasta 1933.

El 8 de noviembre de 1932 fue elegido por un periodo de cuatro años como Comisionado Residente en la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Su victoria fue el resultado de una coalición entre el Partido de Unión Republicana y el Partido Socialista. En el Congreso perteneció al Comité de Asuntos Insulares, de Agricultura, Comité de los Trabajadores y el Comité Territorial.

Santiago Iglesias Pantín introdujo numerosas propuestas de ley para mejorar la vida económica, política, industrial y agrícola de Puerto Rico, incluyendo una medida para enmendar la Ley Orgánica que concediera al pueblo de la isla el derecho a elegir su propio gobernador. Presentó también proyectos de ley que permitieran al pueblo puertorriqueño la forma de constitución y gobierno, así como ser admitido dentro de la Unión con iguales oportunidades que los demás estados. Estas propuestas no progresaron.

Como Comisionado Residente, continuó el trabajo de sus predecesores para ampliar las ventajas sociales y las leyes federales. Tuvo éxito en la inclusión de numerosos beneficios y leyes, como la Ley Federal de carreteras, la Ley Bankhead-Jones, que financió el desarrollo de la experimentación agrícola, la Ley de control de los suburbios, que ayudó a reducir la infección de malaria de los barrios más pobres, y la exención del pago de un impuesto a los barcos de vapor entre Puerto Rico y el continente, lo que ayudó al crecimiento del turismo.

(San Juan, 1898 – 1980) Político puertorriqueño, gobernador de Puerto Rico entre 1948 y 1964 y principal artífice de la concesión del estatuto de Estado Libre Asociado para la isla por parte del gobierno estadounidense en 1952.

Pertenecía a una influyente familia vinculada a la política. Su padre, el escritor Luis Muñoz Rivera, había sido una de las principales voces del independentismo puertorriqueño a fines del siglo XIX. Pasó su primera juventud en Estados Unidos, donde su padre desempeñó el cargo de comisario residente ante el Congreso entre 1910 y 1916.


Luis Muñoz Marín

Tras la muerte de su padre ese último año, Muñoz Marín permaneció en Estados Unidos para completar su formación académica. Estudió Derecho en la Universidad de Georgetown (Washington D.C.) y Periodismo en la de Columbia (Nueva York). Durante estos años, comenzó a publicar asiduamente en periódicos y revistas, trabajó como traductor y escribió sus primeras obras de poesía.

En 1926 regresó a Puerto Rico para incorporarse a la dirección del diario La Democracia, fundado por su padre. Su vocación política fue, teniendo en cuenta sus antecedentes familiares, tardía. En 1932, con treinta y cuatro años, ingresó en las filas del Partido Liberal Puertorriqueño. Fue elegido senador poco después.

Al igual que había hecho su padre, Muñoz Marín abrazó la causa del independentismo, asociándose al ala más radical de los liberales, que reclamaba la completa desvinculación respecto a Washington. A la independencia se oponían tanto los conservadores como los liberales moderados, que veían en ella una amenaza para los privilegios de la oligarquía puertorriqueña, cuyos intereses económicos estaban estrechamente vinculados al capital norteamericano.

En 1937 Muñoz Marín fue expulsado del Partido Liberal por sus proclamas independentistas. Al año siguiente fundó el Partido Popular Democrático (PPD), que llevó a cabo una fuerte campaña en pro de la independencia y de una mayor justicia social.

Con ello, se atrajo el apoyo de buena parte del campesinado sin tierras y pronto se convirtió en una de las principales figuras políticas de la isla. En las elecciones de 1940, el PPD consiguió la mayoría parlamentaria y Muñoz Marín fue elegido presidente del Senado, cargo que no abandonaría hasta 1948.

A pesar de su defensa del independentismo, sus relaciones con la metrópoli norteamericana fueron en todo momento excelentes. De hecho, Muñoz Marín fue uno de los principales impulsores en Puerto Rico de la aplicación del plan económico de desarrollo del presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt.

Desde su acceso al cuerpo legislativo, sus opiniones a favor de la independencia fueron moderándose, y en 1943 abogó abiertamente por una solución autonomista para Puerto Rico. Colaboró con el gobernador designado por Washington, Rexford G. Tugwell, para poner en marcha el llamado plan Bootstraps, un programa de desarrollo económico acelerado para la mejora de la producción agrícola e industrial puertorriqueña, que obtuvo resultados espectaculares en los años siguientes.

Este acercamiento de Muñoz Marín a Washington provocó una fuerte crisis interna en las filas del PPD, del que en 1946 se desgajó el Partido Independentista Puertorriqueño, que recogió el independentismo original de la formación.

En 1948 Estados Unidos concedió a la isla el derecho a elegir a su propio gobernador y delegó en éste todos los poderes ejecutivos para la administración de la isla. En las elecciones de noviembre de ese año, Muñoz Marín obtuvo una mayoría abrumadora. Se convirtió en el primer gobernador puertorriqueño elegido democráticamente y sin intervención de la Casa Blanca.

Tomó posesión del cargo en enero de 1949 y, firmemente apoyado en sus logros económicos, fue reelegido gobernador en 1952, 1956 y 1960. Durante sus cuatro mandatos consecutivos, Puerto Rico no sólo experimentó un rápido crecimiento económico sino también una definitiva consolidación de sus instituciones democráticas. Las bases de su política económica fueron la diversificación de la producción agraria, el desarrollo industrial y la atracción de inversores extranjeros.

En 1950 su gobierno sometió a plebiscito popular la aprobación de una serie de enmiendas destinadas a regular las relaciones entre Puerto Rico y Estados Unidos en el sentido de una mayor autonomía. Las gestiones de Muñoz Marín ante el gobierno norteamericano lograron que, el 3 de julio de 1952, éste reconociera a Puerto Rico el estatuto de Estado Libre Asociado. El 25 de julio, Muñoz Marín promulgó la nueva Constitución puertorriqueña.

En 1963 el gobierno de Estados Unidos le concedió la Medalla Presidencial de la Libertad. Al finalizar su cuarto mandato al año siguiente, Muñoz Marín rehusó presentarse a la reelección y volvió a ocupar su escaño como senador hasta 1970, año en que se retiró definitivamente de la política. Murió en la capital puertorriqueña a los ochenta y dos años. Entre sus numerosos escritos destaca Puerto Rico, la colonia americana.

De: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/m/munoz_marin.htm

Luis Muñoz Marín

Abogado, político, orador y ensayista. Participó del movimiento autonomista de la Isla durante el régimen español. Con el cambio de soberanía que tuvo lugar en Puerto Rico como resultado de la guerra Hispanoamericana, defendió la causa republicana y al nuevo gobierno estadounidense que significaba según la época, el progreso y la libertad de los pueblos. Aunque participó en la fundación del Partido Unión de Puerto Rico en el 1904, ante la implantación de la Ley Foraker y el régimen colonial que la misma implicó, adoptó ideales independentistas. En 1912, fundó el primer partido político puertorriqueño independentista, el Partido de la Independencia.

Nació en Luquillo el 22 de abril de 1855, hijo del español Manuel Matienzo y la criolla María de la Cruz Cintrón Márquez. A los doce años, se trasladó a España para completar su educación en el Colegio de San Isidoro, del Instituto de segunda enseñanza de Lérida. Posteriormente comenzó estudios de Derecho en Barcelona, los cuales finalizó en 1875. Estableció su residencia y práctica de abogado en el pueblo de Mayagüez. Pasó una temporada en prisión en 1885 tras haber sido acusado de masón. 

En 1887, participó de la asamblea convocada en el Teatro La Perla de Ponce, por los líderes liberales y liberales reformistas de la época. En esta se constituyó el Partido Autonomista. Aunque inicialmente rechazaba la idea de Luis Muñoz Rivera de formar una coalición con uno de los partidos políticos monárquicos de España, debido a que era republicano, adoptó las ideas de los propulsores del autonomismo como parte de una estrategia política que lograría la autonomía de la Isla. Ese mismo año, formó parte de la comisión que se dirigió a Madrid para forjar un pacto, que finalmente se logró, con el Partido Liberal Fusionista Español de Práxedes Mateo Sagasta. El pacto con un partido español era requisito para que se garantizaran las reformas.

El pacto sagatista, como se le conoció, se ratificó en 1897, en una asamblea realizada en el Teatro Municipal de San Juan; esto provocó la división del Partido Autonomista. Los que apoyaban la unión con los españoles formaron el Partido Liberal Fusionista Puertorriqueño y los que no, el Partido Autonomista Ortodoxo o Puro. El Partido Liberal Fusionista Puertorriqueño existió hasta que se aprobó la Carta Autonómica para la Isla.

Después del cambio de metrópoli en 1898, favoreció la presencia de Estados Unidos en Puerto Rico, ya que veía la posibilidad de que se extendieran las ideas liberales y democráticas de ese País en la Isla. Ese mismo año, fue electo presidente de la audiencia de Ponce, cargo que ocupó hasta 1899. Cuando el Partido Liberal (antes Partido Liberal Fusionista Puertorriqueño) se convirtió en el Partido Federal Americano, Matienzo ingresó al Partido Republicano (antes Partido Autonomista Puro u Ortodoxo), que fundó José Celso Barbosa (1899). Este último aspiraba a una eventual estadidad federada. 

En 1900, tras la aprobación de la Ley Foraker, fue miembro del Consejo Ejecutivo y de la Junta Insular de Instrucción. Fue decepcionándose con el gobierno estadounidense, ya que no extendió a los puertorriqueños políticas de progreso y democracia. Esto lo llevó a proponer, sin abandonar sus ideas republicanas, la unión de los puertorriqueños en una organización sin línea de partido que abogara por la modificación de la Ley Foraker, ideas que presentó en 1902 en el Manifiesto al pueblo puertorriqueño. Consecuentemente, abandonó las filas del Partido Republicano.

En 1904, fue invitado a la asamblea del Partido Federal Americano, dirigido por Luis Muñoz Rivera, quien había cambiado su postura en contra de una unión de partidos y sectores puertorriqueños. Matienzo, junto a Muñoz Rivera y Manuel Zeno Gandía, entre otros, crearon el Partido Unión de Puerto Rico, órgano heterogéneo al que se unieron antiguos autonomistas, republicanos, sindicalistas y otros grupos, bajo una plataforma que rechazaba el régimen colonial que se había establecido bajo la ley Foraker. El Partido exigía un gobierno autónomo para la Isla. Una vez se obtuviera el gobierno propio, se debatiría la posible unión como estado a la nación estadounidense o la creación de una nación independiente bajo el protectorado de dicha nación. Esta última postura era la plataforma que apoyaba Matienzo Cintrón, tras haber quedado desencantado con la política estadounidense. 

Bajo el Partido Unión, Matienzo Cintrón fue electo miembro de la Cámara de Delegados en 1904, 1906 y 1908, y fue presidente de este cuerpo de 1905 a 1906. Abogó por que se implementaran reformas sociales, como la jornada laboral de ocho horas y la creación de cooperativas de trabajadores. Se opuso a la pena de muerte, además de abogar por el sufragio femenino y la educación pública en el idioma español.

Algunas de sus posturas políticas, particularmente sus críticas al gobierno estadounidense en Puerto Rico y sus ideas independentistas, fueron consideradas radicales por muchos de los miembros de la Unión, por lo que fue marginado del partido. En 1912, tras abandonar dicha colectividad, fundó junto a Eugenio Benítez Castaño, el Partido de la Independencia de Puerto Rico. 

Un año después, el 13 de diciembre de 1913, falleció en su pueblo natal. La plaza del municipio de Luquillo lleva su nombre. En ella se encuentra un monumento a su memoria. Su prosa, sus escritos filosóficos y políticos se encuentran en distintas publicaciones de la época. 

 

Matienzo Cintrón, Rosendo

Manuel Zeno Gandia

(Arecibo, Puerto Rico, 1855 - Santurce, Id., 1930) Médico y escritor puertorriqueño. Zeno Gandía estudió medicina y cirugía en Madrid, donde se graduó en 1874. En 1875 aprobó los exámenes de médico. Se trasladó a Francia para su internado.

Regresó a Puerto Rico en 1876, dedicándose a ejercer como médico, así como al periodismo, la política y las letras. Fundó el primer Partido Autonomista y fue delegado a la Asamblea Constituyente del Partido Autonomista celebrada en Ponce en 1887.

Desde 1898 Manuel Zeno Gandía se identifica más como hombre público. Después de la Guerra Hispanoamericana, en 1898, integró un grupo compuesto por Eugenio María de Hostos, Henna y otros, cuyo propósito consistía en solicitar al presidente estadounidense McKinley el derecho de Puerto Rico a determinar su destino político. Fue el primero en proponer la fundación de un partido independentista en Puerto Rico. Bajo el régimen estadounidense fue delegado de la Cámara en 1900 y 1907.

La poesía de Manuel Zeno Gandía figura en el Parnaso Puertorriqueño (1920) de Enrique Torres Rivera, en el Nuevo Cancionero de Borinquén, en 1872, en la Antología de Poetas Puertorriqueños (1879), y la Antología de la poesía cósmica puertorriqueña (2002) de Manuel de la Puebla, entre otras. En su fase periodística, ejerció como redactor de La Opinión, periódico fundado por él en 1900. Fundó en Ponce El Estudio en 1896 junto con de Amy Braschi. Compró y dirigió de 1902 a 1914 La Correspondencia. Durante su incursión en este último periódico importó a Puerto Rico el primer monotipo y la primera rotativa tubular, aparte de otras reformas de diversa índole.

Sobre todo resulta más conocida su labor novelística recogida bajo el nombre de la serie que tituló como Crónicas de un mundo enfermo. Dentro de esta serie, La charca (1894) es su obra de mayor relevancia social y literaria, y constituye una espléndida radiografía de la miseria que rodea a los jornaleros, pero también una firma denuncia de los peores vicios sociales (como la usura) y un aldabonazo en las conciencias de los ilustrados, incapaces de llevar a la práctica los cambios sociales que, en teoría, defienden.

Garduña (1896) aborda una situación social muy parecida, aquí plasmada en la falta de escrúpulos del abogado homónimo, quien sale airoso en sus innobles intrigas merced a la miseria moral y al egoísmo de una comunidad en plena descomposición, reflejada por Zeno Gandía como un campo abonado para los turbios intereses de abogados, comerciantes, prestamistas y demás intermediarios que impiden, con sus artimañas, la justa distribución de la riqueza y el desarrollo de todos los grupos sociales. Y el mismo encono contra los responsables del inmovilismo en las sociedades hispanoamericanas de finales del XIX y comienzos del XX da sentido a El negocio (1922).

Sumamente representativa de las ideas políticas del doctor Zeno Gandía es la última novela que concluyó en vida, Redentores (1960), uno de los primeros textos de las Letras puertorriqueñas que aborda el fenómeno de la emigración a los Estados Unidos de América. Sin embargo, la tensión generada en sus páginas no procede del enfrentamiento entre puertorriqueños y norteamericanos, sino más bien de las posturas encontradas que defienden los personajes estadounidenses, divididos entre los defensores a ultranza del espíritu imperialista y los partidarios de los derechos soberanos de Puerto Rico. Áureo del Sol, uno de los protagonistas de esta obra, encarna la mentalidad acomodaticia -objeto de la crítica de Zeno Gandía- de aquellos puertorriqueños que, en función de sus propios intereses, apoyaron las acciones de los estadounidense imperialistas.

Zeno Gandía, al igual que Balzac y Pérez Galdós, representa un universo narrativo en el cual sus personajes aparecen en varias narraciones o tienen características comunes con diferentes nombres. La sociedad con sus tipos representativos es el eje de sus novelas. Una colectividad degradada por sus pasiones y empeorada por el colonialismo, primero bajo España y luego bajo Estados Unidos de Norteamérica.

Luis Llorens Torres

(Juana Díaz, 1876 - Santurce, 1944) Escritor puertorriqueño. Poeta y ensayista, cultivó la lírica modernista para pasar, en una etapa posterior, al costumbrismo de signo nacionalista y patriótico que predominó en las letras puertorriqueñas en las primeras décadas del siglo XX.

Recibió la enseñanza secundaria en el Colegio Don Rafael Janer de Maricao (distrito de Mayagüez) y viajó a España para realizar estudios superiores. Tras comenzar la carrera de Derecho en Barcelona, pasó a la Universidad de Granada, donde se graduó también en Leyes y además obtuvo el Doctorado en Filosofía y Letras.

En la significativa fecha de 1898 publicó su primer libro: América, estudios históricos y filosóficos sobre el continente de estilo romántico. Al año siguiente dio a la imprenta los poemas de Al pie de la Alhambra, escritos en su etapa granadina, en los que se observa cierta influencia del modernismo.

A su regreso a Puerto Rico en 1901, abrió un despacho de abogados junto a su gran amigo Nemesio Canales y otros destacados compatriotas como Rosendo Matienzo Cintrón o José De Diego, y colaboró en la puesta en marcha del Partido Unión, dirigido por Luis Muñoz Rivera.

Entre 1911 y 1914 vieron la luz sus obras más importantes: Barcarolas o visión de la barca; Rapsodia criolla; Canción de las Antillas y Sonetos Sinfónicos. En algunos de estos poemas introdujo el verso libre a la manera de los simbolistas. En 1913 fundó la Revista de las Antillas, publicación vanguardista que se convirtió en cierta forma en órgano oficial del modernismo en Puerto Rico y que contó con las colaboraciones de Rubén Darío y Santos Chocano, entre otros.

En cambio, Llorens Torres no encontró demasiado eco para sus dos originales teorías estéticas de inspiración modernista: el pancalismo ("todo es bello") y el panedismo ("todo en verso"), cuyos propósitos expuso en Visiones de mi musa, obra publicada en la Revista de las Antillas en 1913.

Influido por su militancia política y por el naciente criollismo literario, se involucró a partir de 1904 en la emergente corriente literaria nacionalista que se manifestó a través de la exaltación de los símbolos más representativos del espíritu nacional puertorriqueño: el lenguaje jíbaro, el folklore popular, las estampas costumbristas de la isla o la recuperación de los episodios más significativos de la propia historia, todo ello como un medio de defensa ante el riesgo de aculturación que suponía la presencia del elemento norteamericano.

En esta línea se encuadran sus obras Valle de Collores, Unjú, El patito feo, Campesina criolla, Canto a la mujer puertorriqueña y su famoso Grito de Lares (1917), drama histórico sobre el primer intento independentista de la isla que recibió numerosos elogios de la prensa.

En 1915 fundó el semanario satírico Juan Bobo, conocido a partir del año siguiente como la revista mensual Idearium, donde firmaba sus artículos como "Luis de Puerto Rico". En 1929 publicó una recopilación de su obra poética en La Canción de las Antillas y otros poemas. En 1935 vio la luz Voces de la campana mayor y en 1940 Alturas de América, una antología de sentido americanista con piezas destacadas como Mare Nostrum. En su faceta de ensayista y crítico literario ahondó en la visión poética de la naturaleza en trabajos generalmente breves, como prólogos y artículos de prensa.

(Virgilio Dávila Cabrera; Toa Baja, 1869 - Bayamón, 1943) Poeta puertorriqueño. Hijo de un maestro, estudió primaria en el Colegio de los Jesuitas de Santurce y secundaria en el Instituto Civil de la misma localidad.

Cursó la carrera de Magisterio y en 1890 fundó una escuela de enseñanza básica y superior en Bayamón, en la que ejerció la profesión de docente hasta finales del siglo XIX. Fue alcalde de la ciudad de Bayamón y cofundador en 1909, junto a Dueño Colón, del semanario Chantecler. Su hijo José Antonio Dávila (1898-1941) fue igualmente un ilustre escritor lírico.

En 1903 vio la luz su primer libro de poemas, llamado Patria, un conjunto de retratos líricos de destacadas personalidades del arte y la cultura puertorriqueña, como José de Diego, Federico Degetau o Lola Rodríguez de Tió, del paisaje de la isla y de exaltación romántica del amor. En 1904 fue uno de los escritores que puso letra a los Cantos Escolares de Braulio Dueño Colón.

En su segunda obra, Viviendo y amando (1912), se advierte ya la influencia modernista ejercida por la poesía de Rubén Darío, en especial en cuanto a las formas, y la continuidad en la temática autóctona (La jibarita, Acuarela...). En 1916 publicó Aromas del terruño y al año siguiente Pueblito de antes, quizá sus dos obras más conocidas e impregnadas de costumbrismo local, pero al mismo tiempo plenamente modernistas en el lenguaje y el aspecto formal. En 1928 publicó Un libro para mis nietos, en el que puso de manifiesto su capacidad para escribir poesía dirigida al lector infantil.

Virgilio Dávila está considerado uno de los principales representantes de la corriente literaria modernista en su país, aunque también "bebió" del romanticismo de Víctor Hugo y del mexicano Salvador Díaz Mirón. En todo caso, Dávila siempre mantuvo un estilo propio basado en la sencillez, mostró en sus poemas una honda sensibilidad por la cultura nativa e introdujo el elemento jíbaro en forma de cuadros costumbristas que describen paisajes y personajes de Puerto Rico.

De: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/d/davila_cabrera.htm

Virgilio Davila Cabrera

 Cadilla de Martínez, María

Cuentista, poeta y folklorista que formó parte de la generación literaria del treinta, la cual se destacó por la preocupación de definir y afirmar la identidad puertorriqueña. Se dedicó, principalmente, al rescate y estudio de los aspectos del folclor puertorriqueño. 

María Cadilla de Martínez nació el 21 de diciembre de 1886 en Arecibo, hija de Armindo Cadilla Fernández, un retirado oficial de la Marina Española y la criolla Catalina Colón y Nieves. Se graduó en 1898 del Colegio del Sagrado Corazón de María ubicado en su pueblo natal. En 1902, completó el grado de maestra normal en el Washington Institute.

Se desempeñó como maestra en varias escuelas rurales de Arecibo, así como en el Instituto José de Diego en San Juan (1915) y el Colegio Arecibeño de Niñas (1916-17). Mientras trabajaba, se certificó como maestra de inglés, tomando los exámenes del Departamento de Instrucción en (1910) y tomó un curso de Agricultura General, Botánica y Ciencias Domésticas en el Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas de Mayagüez (1913-14). Ingresó a la Universidad de Puerto Rico en 1917 donde obtuvo el diploma de maestra principal y de segunda enseñanza. 

En 1922, fue nombrada instructora de educación en la Universidad de Puerto Rico (1922). En dicho centro docente completó un bachillerato en Educación (1928) y una maestría en Estudios Hispánicos (1931), para la cual presentó la tesis La Elegía VI de Juan de Castellanos. 

Se trasladó a España para doctorarse en Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid. En 1933, presentó su tesis La poesía popular en Puerto Rico. A su regreso a la Isla, trabajó como profesora de Literatura Española e Hispanoamericana en el Colegio de Artes Liberales de la Universidad de Puerto Rico hasta 1936, año en que se retiró para dedicarse a el trabajo investigativo. 

Cadilla comenzó a escribir desde muy joven. Sin embargo, no es hasta 1925 que publicó su primer libro titulado Cuentos a Lillian. Dicha obra está compuesta de varios cuentos infantiles que presentan características del romanticismo tardío, con ciertas influencias modernistas, entre los que cabe mencionar “El tesoro de don Alonso”, “Del sendero florido” y “El pródigo”. En 1933, publicó el poemario Cazadora en el alba y otros poemas, el cual presenta una lírica intimista, insertada en la tradición modernista.

Sin embargo, donde se destacó Cadilla de Martínez fue en el cultivo de la ensayística. Formó parte de la Generación del Treinta, cuya labor literaria estaba enfocada en definir la identidad cultural nacional e hispánica, como respuesta al proceso de americanización. María Cadilla se especializó en la recopilación, estudio y rescate de diversos aspectos folclóricos puertorriqueños, es decir, manifestaciones tradicionales y de cultura popular, muchos de los cuales estaban quedando en el olvido. Como producto de sus investigaciones se encuentran las obras Costumbres y tradicionalismos de mi tierra (1938), Cantos y juegos infantiles (1940), así como las colecciones de cuentos populares y tradicionales Raíces de la tierra (1941) e Hitos de la raza (1945). Este último ganó un premio del Instituto de Literatura Puertorriqueña en dicho año. 

En 1953, se publicó una nueva edición en San Juan de su tesis doctoral La poesía popular en Puerto Rico. En esta obra, Cadilla de Martínez recopila y analiza una gran cantidad de versos tradicionales puertorriqueños, por lo general, de origen anónimo, que se trasmitían oralmente de generación en generación. Incluye romances como: coplas, décimas, cantos, rimas infantiles y versos religiosos, muchos de los cuales estaban acompañados de música. En 1999, la Sociedad Histórica de Puerto Rico publicó una nueva edición de esta obra. 

Manteniendo el espíritu de la generación a la que pertenecía, se interesó por figuras de renombre de la cultura isleña, lo que la llevó a publicar Semblanza de un carácter (Apuntes biográficos de Lola Rodríguez de Tió) (1936) y Alturas paralelas (Ensayos crítico-biográficos sobre la personalidad y obras de D. Rafael del Valle Rodríguez y D. Manuel M. Corchado Juarbe (1941). 

En 1946, publicó el tomo Rememorando el pasado heroico, un comentario histórico sobre el País. También escribió ensayos de diversos aspectos sociales isleños como: "El hogar puertorriqueño y el deber de nuestras escuelas para él" (1929), "La campesina en Puerto Rico"(1937) y "Un factor desconocido en nuestra economía agrícola" (1938). Sobre el académico hispanista escribió La mística de Unamuno y otros ensayos (1934). Póstumamente, en 1971, la Editorial Coquí publicó su tesis de maestría La Elegía VI de Juan de Castellanos. 

Cadilla fue miembro de varias organizaciones e instituciones entre las que figuran el Capítulo de Puerto Rico de la Unión de Mujeres Americanas, del cual fue fundadora y primera presidenta; la Asociación Puertorriqueña de Mujeres Sufragistas; la Asociación Puertorriqueña de Mujeres Votantes; la Asociación de Mujeres Graduadas de la Universidad de Puerto Rico; la Academia Puertorriqueña de la Historia; el Instituto de Cooperación Universitaria de Buenos Aires; la National Geographic Society; el Instituto del Folklore Adolfo Vienrich del Perú, así como de la Sociedad Folklórica del Uruguay, de México, de California y de Estados Unidos.

De: http://www.enciclopediapr.org/esp/article.cfm?ref=10042903

Ana Roqué de Duprey (Ana Cristina Roqué Geigel de Duprey, 1853-1933). Destacada figura de la historia puertorriqueña. Educadora, periodista, escritora, astrónoma y luchadora por la emancipación y los derechos de la mujer. Una de las fundadoras del movimiento sufragista.

Ana Roqué nació el 18 de abril de 1853, en Aguadilla, Puerto Rico. Aprendió a leer y escribir a los tres años y medio de edad. Hija única, a los cuatro año su madre falleció y pasó su infancia junto a su abuela, Doña Ana Echevarría Sapia de Roqué, y su padre, Ricardo Roqué. En su ciudad natal cursó sus primeros estudios, que complementó desde el hogar gracias a la tutela de su abuela, una maestra jubilada

Con apenas once años de edad, Roqué era ya maestra suplementaria y tomaba cursos de piano, música, contabilidad, aritmética avanzada, inglés y francés. A los trece años se examinó con éxito de maestra de primeras letras y comienza a enseñar matemáticas en la escuela privada de sus tías, donde continúa sus estudios.

Roqué celebra sus nupcias y se traslada a San Juan en 1878. Allí su casa se convierte en centro de tertulias literarias y artísticas, donde se reunían intelectuales como Alejandro Tapia, Carmela Eulate Sanjurjo, entre otros. De hecho Roqué, a lo largo de su vida, sostuvo correspondencia con las principales figuras de la política de su país y además con presidentes de EEUU.

Tras su casamiento, del que nacieron cinco hijos, continuó su educación como autodidacta en botánica, geografía, meteorología, filosofía y astronomía. En 1885 comenzó a cursar estudios libres de bachillerato, título que le fue otorgado por el Instituto Civil de Segunda Enseñanza de San Juan, y, posteriormente, se examinó como maestra superior y como tal ejerció en varios pueblos: Humacao, Mayagüez, Vega Baja, Quebradillas y Ponce. Precisamente en este último pueblo fundó el Liceo Ponceño, en 1903, cuya dirección asumió por cinco años.

Fundadoras del movimiento sufragista, Ana Roqué se convirtió en una activa defensora de la lucha femenina y del derecho de la mujer a participar en la política, cuando dichas ideas apenas comenzaba a propagarse por Estados Unidos e Inglaterra. Duprey rompió con una serie de tabús de la época y se considerada como la "primera" en diferentes áreas de la historia de Puerto Rico: la primera astrónoma, periodista, la primera mujer en obtener un honoris causa en la Universidad de Puerto Rico, fue la primera dama puertorriqueña que entró al Ateneo Puertorriqueño y la Biblioteca pública, entre otros.

Roqué fundó la mayoría de las asociaciones femeninas que representaban los intereses de las mujeres. En 1917 participa en la creación de La Liga Femínea, considerada la primera organización de mujeres en Puerto Rico con fines políticos, y crea, en 1924, la Asociación de Mujeres Sufragistas, de la que fue presidenta honoraria en 1926.

En 1894 fundó la revista La Mujer, considerada la primera publicación periódica en Puerto Rico dirigida por mujeres. Dicha publicación no solo sirvió de entrenamiento vocacional y ofreció becas para jóvenes que quisieran seguir el magisterio, sino que promovió desde sus primeras ediciones el derecho femenino a participar en todas las áreas de la vida pública.

En Humacao, dirigió el magazín de circulación quincenal Álbum puertorriqueño, en el que se divulgaba la producción literaria de escritores puertorriqueños.  Fue, además, colaboradora de diarios y periódicos del país: La Ilustración Puertorriqueña, El Buscapié, Puerto Rico Ilustrado, El Mundo, entre otros. Publicaciones en las que, en determinadas ocasiones, utilizó los pseudónimos, Aquemora y Flora del Valle.

Además de una serie de artículos dispersos en diversas revistas y periódicos, Roqué escribió cerca de 32 novelas y cuentos. Entre sus obras  se encuentran la dos colecciones de cuentos: Pasatiempos (1894) y Novelas y cuentos (1895), así como las novelas: Sara la obrera (1895) y Luz y sombra (1903), su obras más reeditada. En folletín publicó El sueño de la esmeralda del Atlántico, Una clase de astronomía y Sin alma, entre otras novelas.

También publicó libros relacionados con diversas esferas de la ciencia. Ante la falta de manual sobre geografía, escribió y publicó en 1887 Geografía Universal, que luego se usó en las escuelas de Puerto Rico hasta 1898.  Se interesó además por la flora y la fauna de la isla, así que por más de diez años se dedicó a escribir, en inglés y español, su libro Botánica de las Antillas.

A Roqué le apasionaba la astronomía y solía impartir conferencias sobre este tema. Así preparó una sección dedicada a los cielos de Puerto Rico y a la actividad astronómica en la isla en la obra El Libro de Puerto Rico, de Eugenio Fernández García. En este campo sus investigaciones fueron reconocidas por la Sociedad Astronómica de Francia, que la nombró miembro honorario.

Un año antes de su muerte, en 1932, recibió un doctorado en Letras Honoris Causa de la Universidad de Puerto Rico, por su labor a favor de la enseñanza y del desarrollo cultural del país. Se encontraba trabajando en su último libro, Recuerdos del país del sol, novelas y cuentos antillanos, cuando fallece en 1933, a sus ochenta años, en Río Piedra.

Ana Roqué de Duprey

Nació:1891  Murio:1965 Politico Nacionalista Independentista

Nacio el 12 de septiembre del 1891 en Ponce. Murió el 21 de abril del 1965, en San Juan. Recibió en las escuelas locales su enseñanza primaria y secundaria, perfilándose ya  en la adolescencia sus tendencias revolucionarias.  Una beca de la Logia Aurora de Ponce, le permitió proseguir  sus estudios en la Universidad de Vermont donde se licenció en Ciencias y estudió ingeniería química.  Luego es invitado por la Universidad de Harvard para ampliar allí sus estudios de donde se licencia en Filosofía y Letras y Derecho. En Harvard siente fuertemente la influencia de los independentistas irlandeses, reforzándose de esta manera su determinacion de lograr la independencia para Puerto Rico. Aquí tambien conoce a Laura Meneses, estudiante peruana de ideas avanzadas, quien pronto compartió con Albizu sus ideas liberacionistas y más tarde sería su esposa.

Sus estudios quedaron suspendidos durante la Primera Guerra Mundial, cuando Albizu Campos se enlistó en el Ejército de los Estados Unidos, en 1917.   Fue destinado como soldado a un batallón de soldados negros y sintió en carne propia los efectos de la discriminación.  Finalmente es trasladado y terminó su servicio militar con el grado de primer teniente.

Al finalizar la guerra, reanuda sus estudios y al terminar su carrera en leyes en 1921, regresa a Puerto Rico. Un año mas tarde Laura viaja hasta Puerto Rico para contraer matrimonio.  El joven matrimonio vivía modestamente con lo que Albizu ganaba como abogado, ejerciendo mayormente entre los pobres.  Albizu Campos rechazó múltiples ofertas con excelente renumeración, porque estaba determinado a dedicar su vida a luchar por la independencia de Puerto Rico.

Albizu ingresó primero en el Partido de la Unión, ya que su fundador Jose de Diego había introducido la solución de independencia. Luego de la muerte de De Diego, el Partido evolucionó hacia el conformismo. En 1924 Albizu abandona el partido para unirse al Partido Nacionalista, fundado en 1922.  En 1925 Albizu es elegido Vicepresidente y se le encomienda viajar   por América Latina en busca de apoyo y fondos para la causa de la independencia de Puerto Rico.  Viaja por República Dominicana, Haití, Cuba, México, Perú y Argentina.  En Cuba tuvo que refugiarse en la Embajada de México como resultado de un fogoso discurso contra el dictador Machado.  A su regreso a Puerto Rico en 1926, establece la necesidad de entablar una lucha sin cuartel contra el imperialismo yankee y la solidaridad latinoamericana para preservar la integridad de las naciones hispanas.

En 1930 es elegido Presidente del Partido Nacionalista, jurando sacrificar vida y hacienda por la independencia de Puerto Rico.  Luego de la derrota electoral de 1932, Albizu se convence que la revolución es el único camino para la liberalización de Puerto Rico. 

Se destacó como el más fogoso y combativo de los líderes independentistas puertorriqueños del siglo XX. Sufrió encarcelamientos durante 23 años de su vida; del 1937 al 1947, del 1950 al 1953 y finalmente del 1954 al 1964.

El gobierno estadounidense lo juzgó por conspiración en 1936. Se le acusó de iniciar la Revuelta Nacionalista del 30 de octubre del 1950. Tras el ataque de cuatro nacionalistas al Congreso y a la Casa Blair, se le revocó el indulto regresando a prisión en 1954. Los largos años de prisión quebrantaron su salud, hasta morir en 1965.

De: http://www.proyectosalonhogar.com/BiografiasPr/albizu_campos.htm

Pedro Albizu Campo

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